
Mi voz te llama
y pareces no escuchar,
mis ojos te buscan
y al igual que las olas
tu mirada desaparece,
la oscuridad es tan inmensa,
tan inmensa sin el calor de tus manos,
el silencio es tan violento,
como las frias palabras
que rebotan en las paredes de mi cuarto,
mi mente te sueña,
mis manos te buscan,
y tú, pareces que no existieras,
mis oidos necesitan tu voz
para revivir en palabras nuevas,
no quiero vivir en el abismo
del recuedo perdido,
necesito que tu presencia
sea la esencia
de mi futuro.